Arquitectura racionalista-Villa Saboya Le Corbusier

La arquitectura racionalista del siglo XX tuvo en Le Corbusier a uno de sus principales exponentes, y la villa Saboya es un buen ejemplo de esa arquitectura.

Arquitectura racionalista

La arquitectura de la post guerra de inicios del siglo XX es la llamada arquitectura racionalista debido a que los arquitectos empezaron a poner el funcionalismo como lo primero dentro de la arquitectura.

Esta idea se opuso a la idea de la arquitectura cargada de decoración inútil como ocurriera en el barroco o el rococó, apareciendo una arquitectura de volúmenes puros con especial atención al funcionamiento.

La arquitectura racionalista de la Villa Saboya de Le Corbusier

Con esta idea de arquitectura racionalista encontramos a Le Corbusier, uno de los precursores de esta arquitectura.

En 1929 Le Corbusier proyectó y construyó la Villa Saboya, a la que el arquitecto le llamó la máquina de habitar, dando la idea de la arquitectura racionalista que perseguía Le Corbusier.

En el concepto de la máquina de habitar, no solo incluye el propósito de la funcionalidad de la arquitectura sino también un concepto metafísico en el hecho de usar la casa para vivir.

La arquitectura racionalista y las vanguardias

En la arquitectura racionalista, se aplica en concepto de velocidad y dinamismo. La comparación que siempre hacía Le Corbusier con las máquinas iba en este sentido. Comparar la vivienda con el tren o el barco siempre está hablando de dinamismo y velocidad.

También este concepto se trasladó por parte de Le Corbusier al diseño de la Villa Saboya.

En la planta baja de la Villa Savoya aparece una línea curva que marca la trayectoria que los automóviles realizan para ir al garaje, elemento éste que era novedoso en la vivienda. El diseño de la Villa Saboya se realiza sin tener en cuenta el entorno, aparece enclavado en un terreno en el que la sensación es la de un prototipo que sirve para la repetición en serie.

Aparece el hormigón como base de la arquitectura

Le Corbusier lleva a su arquitectura la tecnología disponible en el momento. Así es como el hormigón se transforma en el material base de la arquitectura racionalista, y en la Villa Saboya se puede comprobar esto.

El nuevo material aporta a la arquitectura racionalista la posibilidad de sustentar con pequeños elementos las plantas superiores, así como permite los largos ventanales para conseguir el símil con la máquina.

El diseño de la Villa Saboya recoge todos estos puntos y la arquitectura racionalista se puede ver en todo su esplendor en este ejemplo de diseño de Le Corbusier. La sensación de ingravidez por la poca sección de los pilares, un buen aprovechamiento de la luz como parte de una arquitectura racionalista y el blanco de las superficies exteriores para representar la base de la arquitectura minimalista son los conceptos que se pueden distinguir claramente en el diseño de la Villa Saboya de Le Corbusier.

Arquitectura racionalista: la historia de la Villa Saboya de Le Corbusier

Le Corbusier diseñó la Villa Saboya como vivienda de fin de semana, a 30 kilómetros de París. Sin embargo se pudo aprovechar por poco tiempo como consecuencia de la situación política del país. Tras la invasión de los alemanes en Francia la Villa Saboya fue abandonada y ocupada por los nazis y luego por los aliados durante la segunda guerra mundial, terminando en un estado lamentable.

En una época estuvo en peligro de demolición, pero ante las protestas de los arquitectos, entre ellos Le Corbusier, se la protegió y pasó a formar parte del patrimonio francés. En la actualidad se puede visitar la Villa Saboya como un museo dedicado a la vida y obra de Le Corbusier, un auténtico ícono de la arquitectura racionalista.

A continuación, te presento un interesante vídeo, en el que se recrea con una animación en 3d los interiores de la Villa Saboya:

Racionalismo relacionado con la arquitectura

El término del racionalismo no deriva específicamente de la arquitectura. El racionalismo nace como una doctrina que coloca a la razón como el órgano adecuado para el conocimiento. La idea del racionalismo es oponerse por completo al empirismo, es decir al conocimiento a través de la experiencia.

El racionalismo entra en la arquitectura a partir del siblo XX de la mano de la modernización de la sociedad en la que mucho tuvo que ver el avance de la industria.

La máquina se incorporó a la vida diaria hasta el punto de ser aceptada con naturalidad.La máquina llegaba a provocar fascinación. La revolución tecnológica por lo tanto pasa a ser uno de los factores más influyentes en el desarrollo de la sociedad del siglo XX.

En la ciudad moderna, muy industrializada, se produce una confluencia de una burguesía capitalista muy fuerte, y los grupos rurales que se mudan a la ciudad como consecuencia de la industria.

En arquitectura, el racionalismo trajo muchos cambios. Aparecen nuevos materiales en la construcción como son el hierro, el cristal, el hormigón y el cemento. Estos materiales llegaron acompañados de nuevas técnicas y eso da lugar a nuevas formas. En estas nuevas formas, predomina la sencillez y la simplicidad.

A finales del siglo XIX se construían interesantes estructuras metálicas, pero éstas empiezan a mostrar problemas en cuanto a dilataciones, grietas, calor o frío, humedad. Así es como empiezan a dejar paso a la mezcla con otros materiales, como es el hormigón.

Las nuevas estructuras de hormigón armado, incorporan el concepto de trabajo solidario, donde toda la estructura comienza a comportarse como una jaula formada por pilares, vigas y forjados. Esto permitió la apertura de grandes ventanales para permitir mayor ingreso de luz y sol, que era una exigencia de las nuevas formas de vida de la sociedad.

Arquitectura racional y arquitectura orgánica

racionalismo y arquitectura

Dentro de la búsqueda de lo práctico y utilitario en la arquitectura, surgieron dos tendencias: la arquitectura racional, y la arquitectura orgánica.

En la arquitectura racional, se produce un rechazo a todo lo ornamental, se rompe con el historicismo. Surge la idea de “habitaciones”, donde se ponen pautas de diseño, teniendo en cuenta que no todas las habitaciones tienen la misma importancia. No puede ser igual un dormitorio a la sala de la vivienda, por ejemplo.

En la creación de los edificios racionales, los arquitectos buscan la simultaneidad de volúmenes, valorando las visuales, los planos, combinando planos horizontales y verticales, y el uso del cristal para penetrar en el espacio interior.

La arquitectura orgánica por su parte, concibe al edificio como un organismo vivo, que va creciendo desde el interior hacia el exterior. El edificio se va completando según las necesidades de sus habitantes. El exterior se debe acomodar a las necesidades del interior.

El conocimiento del hombre debe ser el punto de partida. Así es como se debe tener en cuenta el medio geográfico en el que se va a erigir el edificio, el clima de la zona, la iluminación natural, la acústica que habrá, los colores y su armonía.

Uno de los precursores de la arquitectura orgánica fue Frank Lloyd Wright, que en su obra logró que sus edificios se acomoden al paisaje, pero no solo de un modo formal, sino que incluso con los mismos materiales, los que se debían usar de un modo lo más natural posible.

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